Texas demanda a fabricantes de Smart TV por rastreo masivo de contenidos mediante ACR

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El fiscal general de Texas, Ken Paxton, ha presentado demandas contra cinco grandes fabricantes de televisores inteligentes —Sony, Samsung, LG, Hisense y TCL— por presuntamente recopilar datos extremadamente detallados sobre lo que ven sus usuarios, utilizando tecnología de Automated Content Recognition (ACR), sin obtener un consentimiento claro, específico e informado de los propietarios de los dispositivos.

Demandas contra fabricantes de Smart TV: qué se les acusa de hacer

Según la documentación presentada ante los tribunales de Texas, los Smart TV de estas marcas realizaban capturas de pantalla del contenido mostrado en el televisor aproximadamente cada 500 milisegundos. Esas imágenes o fragmentos de audio se procesaban mediante ACR para identificar, casi en tiempo real, qué programas, películas, anuncios o videojuegos se estaban reproduciendo, y posteriormente se enviaban a servidores de los fabricantes.

Las demandas sostienen que esta información de visionado se monetizaba, vendiéndose a terceros para perfeccionar el perfilado publicitario y la segmentación de anuncios. La cuestión central no es solo la recopilación de datos, sino que esta se habría realizado sin una información transparente, con opciones de privacidad ocultas o redactadas de forma confusa en los menús de configuración.

El caso es especialmente sensible en el caso de los fabricantes chinos Hisense y TCL. La oficina del fiscal general subraya la vigencia de la legislación de seguridad nacional de China, que podría facilitar el acceso de autoridades de ese país a datos almacenados por empresas tecnológicas. Esto eleva la preocupación por la transferencia transfronteriza de datos y el posible uso de información sobre los hábitos de visionado de ciudadanos estadounidenses.

Cómo funciona ACR en televisores inteligentes y por qué afecta a la privacidad

La tecnología Automated Content Recognition actúa, en la práctica, como un “Shazam para vídeo y TV”. El televisor genera pequeñas capturas (de imagen o de audio), las convierte en huellas digitales únicas y las compara con una gran base de datos de contenidos. De este modo puede identificar qué se está viendo en cada momento, independientemente del canal o la fuente.

Un aspecto crítico es que ACR puede rastrear no solo televisión en abierto o por cable, sino también contenidos procedentes de plataformas de streaming, reproductores DVD/Blu-ray, consolas de videojuegos y ordenadores conectados por HDMI. Un estudio académico publicado en 2024 por investigadores de University College London, la Universidad de California en Davis y la Universidad Carlos III de Madrid mostró que, en algunos modelos (incluyendo televisores de Samsung y LG), el sistema ACR seguía recabando datos incluso cuando el televisor funcionaba únicamente como monitor externo.

Precedentes regulatorios: el caso Vizio y la postura de la FTC

El conflicto de Texas no es un hecho aislado. En 2017, la empresa Vizio acordó pagar 2,2 millones de dólares para resolver las acusaciones de la Federal Trade Commission (FTC) y la fiscalía general de Nueva Jersey. La investigación reveló que, desde 2014, más de 11 millones de televisores incluían una función denominada Smart Interactivity que recopilaba de forma encubierta datos granulares sobre lo que veían los usuarios, compartiéndolos con terceros.

En ese caso se rastreaban canales de televisión, discos DVD y servicios de streaming como Netflix. Los registros de visionado se combinaban con datos demográficos (sexo, edad, ingresos, nivel educativo), construyendo perfiles detallados para publicidad dirigida. Este precedente ilustra cómo un televisor aparentemente “pasivo” puede convertirse en una plataforma de analítica masiva del comportamiento.

Impacto en ciberseguridad y privacidad en el hogar conectado

A primera vista, estas prácticas pueden parecer un mecanismo más de publicidad personalizada. Sin embargo, desde una perspectiva de ciberseguridad y protección de datos, implican la recopilación de información conductual altamente sensible. A partir de lo que se ve en un Smart TV es posible inferir preferencias políticas, creencias religiosas, estado de salud, intereses de menores y dinámicas familiares.

Riesgos técnicos y de uso indebido de la información

Si estos datos se almacenan sin medidas robustas de seguridad, se transmiten sin cifrado adecuado o se comparten con socios poco fiables, aumentan los riesgos de:

  • ataques de phishing y estafas basados en intereses reales de la víctima;
  • ingeniería social dirigida (por ejemplo, ataques específicos contra perfiles de alto poder adquisitivo);
  • reidentificación de usuarios a partir de registros anónimos combinados con otras bases de datos comerciales;
  • posible acceso gubernamental a estos datos en jurisdicciones con estándares de privacidad menos estrictos.

Medidas prácticas para reforzar la privacidad en Smart TV

Configuración y segmentación de la red doméstica

La mayoría de los televisores inteligentes permiten limitar, al menos parcialmente, la recopilación de datos. Los especialistas recomiendan:

  • leer con atención los avisos en la configuración inicial y desactivar ACR, la “personalización de anuncios” y las funciones de “mejora de recomendaciones” que impliquen seguimiento;
  • revisar periódicamente los menús de “Privacidad” y “Marketing” para desmarcar opciones reactivadas tras actualizaciones;
  • cuando sea posible, usar dispositivos externos (como reproductores o dongles de streaming) y limitar el acceso de la Smart TV a internet mediante el router o una red Wi-Fi de invitado separada;
  • mantener el firmware del televisor actualizado para corregir vulnerabilidades, prestando atención a los nuevos términos de uso que puedan introducirse.

Los litigios en Texas y los escándalos en torno a ACR evidencian que los televisores inteligentes forman parte plena del ecosistema de vigilancia comercial y análisis de datos a gran escala. Cada usuario puede reducir su exposición configurando con criterio su Smart TV, segregando su red doméstica y exigiendo transparencia a los fabricantes. Entender cómo y por qué el televisor analiza el contenido que se ve no es un detalle técnico: es un componente esencial de la higiene digital y de la resiliencia de ciberseguridad en el hogar, y un motivo sólido para seguir informándose y revisando de forma activa las opciones de privacidad de todos los dispositivos conectados.

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