Los cofundadores de Samourai Wallet y de su mezclador de criptomonedas Whirlpool han sido condenados a penas de prisión en Estados Unidos, en un caso que se ha convertido en referencia para la regulación de herramientas de anonimato en Bitcoin. Según el Departamento de Justicia estadounidense, la plataforma se utilizó para lavar más de 237 millones de dólares y facilitar más de 2.000 millones de dólares en transacciones ilícitas.
Cargos contra los fundadores de Samourai Wallet por lavado de dinero con criptomonedas
Los responsables del proyecto, Keonne Rodriguez (CEO) y William Lonergan Hill (director técnico), fueron detenidos el 24 de abril de 2024. La acusación se centró en la operación de un negocio no autorizado de transmisión de dinero y en la facilitación de lavado de dinero mediante criptomonedas, al no disponer de las licencias y controles exigidos a un proveedor de servicios financieros.
Entre 2015 y febrero de 2024, ambos dirigieron la infraestructura de Samourai, incluida la solución de mezcla Whirlpool, que fue empleada por actores criminales para ocultar el origen de fondos. La investigación atribuye a la plataforma más de 2.000 millones de dólares en operaciones vinculadas a actividades ilegales y al menos 100 millones de dólares lavados directamente a través de sus herramientas de anonimización.
En agosto de 2025, Rodriguez y Hill se declararon culpables y aceptaron la confiscación de 237.832.360 dólares, identificados como producto de actividades criminales canalizadas por Samourai Wallet. Las sentencias finales establecieron 5 años de prisión para Rodriguez y 4 años para Hill, seguidos de 3 años de libertad supervisada y el pago de 250.000 dólares de multa para cada uno.
Samourai Wallet y Whirlpool: privacidad en Bitcoin y uso como criptomixer
Samourai Wallet se presentó desde 2015 como un monedero móvil de Bitcoin orientado a la privacidad, con funciones avanzadas para reducir el rastreo de transacciones. Sin embargo, para las autoridades, el diseño y el marketing del producto habrían estado igualmente dirigidos a facilitar el ocultamiento de transacciones ilícitas, más allá de la legítima protección de la confidencialidad financiera.
Whirlpool y Ricochet: ofuscación de trazas en la cadena de bloques
Whirlpool, lanzado en 2019 e integrado en Samourai Wallet, operaba como un mezclador de criptomonedas (criptomixer) basado en esquemas de mezcla de monedas (coin mixing). Varias transacciones de diferentes usuarios se agrupaban en una única operación conjunta, lo que rompía la vinculación directa entre direcciones de entrada y salida y hacía mucho más complejo el análisis de la cadena de bloques.
Otra función clave, Ricochet (introducida en 2017), añadía múltiples saltos intermedios antes de que los fondos llegaran a su destino final. Estas técnicas de ofuscación de trazas dificultaban las comprobaciones de cumplimiento KYC/AML (conozca a su cliente / prevención de blanqueo de capitales) y complicaban el trabajo de las herramientas de blockchain analytics.
Desde el lanzamiento de Whirlpool y Ricochet, el ecosistema Samourai habría procesado más de 80.000 BTC, valorados en su momento en más de 2.000 millones de dólares. Según las autoridades, las comisiones generadas habrían proporcionado a los fundadores entre 4,5 y 6 millones de dólares en ingresos.
Respuesta de las autoridades y endurecimiento regulatorio sobre mezcladores de criptomonedas
Tras las detenciones, las autoridades de Islandia incautaron servidores y dominios vinculados a Samourai, y la aplicación Samourai Wallet fue retirada de Google Play, donde acumulaba más de 100.000 descargas. Este movimiento dejó a la mayoría de usuarios minoristas sin un acceso sencillo al servicio.
El caso refuerza una tendencia clara: los reguladores consideran cada vez más a los criptomixers y servicios de anonimato como intermediarios financieros sujetos a licencia, obligados a cumplir normativas KYC/AML y a implementar controles de riesgo comparables a los de exchanges y proveedores de custodia. Casos previos contra otros mezcladores ya apuntaban en esta dirección, consolidando una práctica que puede redefinir el equilibrio entre privacidad y vigilancia en el ecosistema cripto.
Impacto en anonimato, ciberseguridad y gestión de riesgos en criptomonedas
Desde un punto de vista técnico, los criptomixers son herramientas neutrales: mejoran la privacidad en Bitcoin, pero también proporcionan una capa de protección a grupos de ransomware, mercados delictivos en la dark web y redes de ciberdelincuencia. Informes de firmas como Chainalysis y Elliptic han documentado que una parte relevante de los ingresos de ataques de ransomware y plataformas ilegales termina pasando por mezcladores para dificultar su rastreo.
En ciberseguridad financiera, casos como Samourai Wallet están impulsando un refuerzo de los sistemas de monitorización de transacciones y una adopción más amplia de soluciones de blockchain analytics. Al mismo tiempo, obligan a los desarrolladores de monederos, exchanges y proveedores DeFi a integrar desde la fase de diseño conceptos como “compliance by design”, evaluación de riesgos AML y mecanismos de respuesta ante investigaciones oficiales.
Para los usuarios legítimos que buscan privacidad, este escenario implica una selección mucho más cuidadosa de herramientas: verificar si el servicio está debidamente registrado y licenciado, si aplica controles KYC/AML proporcionados al riesgo y si dispone de políticas claras de cooperación con las fuerzas de seguridad frente a actividades de lavado de dinero o cibercrimen.
Los participantes del mercado cripto —desde inversores individuales hasta empresas y desarrolladores— deben adaptar su estrategia al mayor escrutinio sobre las herramientas de anonimato. Implementar auditorías periódicas de transacciones, operar con plataformas reguladas, definir procedimientos robustos de KYC/AML y colaborar estrechamente con especialistas en ciberseguridad reduce de forma significativa la probabilidad de verse involucrado, incluso de forma involuntaria, en esquemas de blanqueo. Entender tanto la dimensión técnica como la legal de la privacidad en blockchain es hoy un requisito esencial para construir una ecosistema de activos digitales más seguro, resiliente y sostenible.